viernes, 14 de agosto de 2009

¿Genesis 6? ó México 2009

05 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 7:1 Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.

Al igual que Noé, su mujer, sus hijos y las mujeres de éstos, quienes fueron preservados del diluvio y la destrucción que éste trajo sobre toda la tierra, nuestros hijos también necesitan ser guardados y protegidos en medio de esta perversa generación. Por mas que tratemos de evitar que nuestros hijos se acomoden a la forma de ser, al vocabulario y a la manera de pensar y de actuar de aquellos que viven su vida ajenos a la Palabra de Dios, nuestros esfuerzos serán en vano si no preparamos un arca en la cual puedan ser guardados.

No podemos esperar que, en su proceso formativo e informativo, nuestros niños sean enseñados y dirigidos hacia a Dios por gente que por muy preparados que sean en el aspecto docente, nunca podrán guiarles bajo los principios espirituales que Dios nos proveyó por medio de su Palabra por una razón muy sencilla: "nadie da lo que no tiene".

En estos tiempos en los que los actuales padres se empeñan en trabajar para ganar dinero y así proveerles a sus hijos “una buena educación”, estamos perdiendo de vista algo muy importante: el corazón de sus hijos; tenemos que darnos cuenta que lo mas importante a fin de cuentas será no tanto que se gradúen con honores en alguna de las mas prestigiosas universidades de México o del extranjero, sino que alcancen el propósito para el cual Dios nos los concedió. Lamentablemente y a la luz de las noticias de cada día podemos ver que hoy, como en los tiempos en los que Dios decidió traer el diluvio sobre la tierra, el pensamiento de los hombres sigue siendo de continuo la maldad en todas sus formas, esto es una realidad en todo el país y en todo el mundo.

Entonces ¿Qué podemos hacer los padres al respecto? La respuesta es muy sencilla pero no fácil de poner en práctica, aunque sí la mejor. Cuando mis hijos acudían a preprimaria y posteriormente a la escuela primaria lo hicieron por un tiempo a escuelas oficinales, y esos tiempos fueron muy difíciles para mi esposa y para mi, y también para nuestros hijos porque tuvimos que luchar en contra de las enseñanzas que contradicen abiertamente la enseñanza de la Iglesia Cristiana y que se oponen a la Palabra de Dios; la Iglesia enseña de la necesidad de vivir vidas centradas en Dios y su palabra, y la educación oficial no; la escuela en casa enseña a amar al prójimo, la educación oficial a competir contra el prójimo, la Palabra de Dios habla de un Dios creador, la educación oficial enseña de evolución… ¿Qué resultado habrá en el pensamiento de un pequeño que por un lado escucha que Dios lo creo y le ama, y por otro lado le enseñan que proviene de un simio? La respuesta es clara: confusión; esa confusión traerá a su vida falta de fe y finalmente terminara por irse de la Iglesia y hasta de la casa.

Escuela en casa es el arca que en estos tiempos hace falta a toda familia cristiana que pretenda criar hijos con vidas centradas en la misma vida del Señor Jesús. La educación en el hogar ha venido a ser el arca que mi esposa y yo así como también otras familias cercanas a nosotros, hemos preparado para que nuestros hijos sean preservados de la perversidad de nuestra generación, al mismo tiempo que nuestros hijos son enseñados en ciencia y tecnología, en arte y música, en servir y amar a Dios , a su Iglesia y a su prójimo como a ellos mismos; porque queremos que ellos sean mucho, pero mucho más de lo que somos nosotros.

Extracto de una ministracion de mi amigo P. Leopoldo Fernández en el seminario EducaZion.net

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